Hoy te voy a contar la historia de un empresario al que le llegó la desgracia total, pero antes, quiero hacerte una pregunta:

¿Alguna vez te ha pasado que de repente te empiezan a venir problemas uno tras otro? Es como si de repente alguien estuviera en tu contra, como si de un día para otro se derrumbara todo para caerte la “mala suerte”. Estoy seguro que al menos una vez en tu vida has experimentado esto. Ya sea que te pase en el trabajo, en el amor, con la familia, en la escuela; donde sea, pero lo curioso es que de repente empiezan a venir esos problemas y juntos. No has terminado de resolver uno y ya te vino otro, como si el destino quisiera acabar contigo.

La pregunta es, ¿cómo reaccionas cuando eso sucede? Te quejas, te pones de mal humor, te deprimes, te pones triste, lloras, te desquitas con los demás, ¿cómo reaccionas? Si haces cualquier cosa de las que acabo de mencionar entonces los problemas te hacen un infeliz, si reaccionas de esa manera quiere decir que no tienes una mente sabia, quiere decir que no dominas tus emociones, quiere decir que no percibes las cosas como debería ser.

Una vez hubo un hombre que tenía mucho dinero, con decirte que hasta tenía muchas ovejas, bueyes, asnos y muchísimos criados, ya te imaginarás que grado de riqueza tenía. Normalmente una pesona con bastante dinero tiene 2 o 3 criados, pero este tenía muchos más. Además, tenía 7 hijos y 3 hijas, ya tendrás idea de cuánto le costó mantenerlos. En esta época actual mantener uno o dos cuesta, pues él mantuvo a 10, para que tengas una idea de cuánto dinero tenía. Además, constantemente hacía fiestas y banquetes en su casa, todo era felicidad. Él era derecho y justo, un buen ser humano, una persona bondadosa, no era prepotente ni subestimaba a sus semejantes.

Resulta que un día le pasó como alguna vez a ti te ha pasado, pero muchísimo peor. La desgracia total llegó a su vida, y esta es una historia real. Un día llegaron unos ladrones y se robaron sus bueyes y las asnas, además asesinaron a los criados que cuidaban estos animales. Fue un acto sangriendo y de gran pérdida, tanto por los animales como por trabajadores que fueron asesinados. Ese mismo día también hubo un incendio donde estaban las ovejas y murieron quemadas, pero además, tan grave fue esto que igual murieron quemados los pastores que las cuidaban. Esos momentos fueron de llantos y sufrimiento para todos esos empleados y animales. De un día para otro le pasan todas estas cosas y suceso tras suceso. Imagínate perder tus propiedades y además saber que murieron asesinados y quemados tus empleados. Pero esto no es todo. Lo peor de su desgraciada estaba por suceder. Sus hijos estaba comiendo y un viento huracanado tiró la casa donde estaban y desgraciadamente ellos murieron. Esto era para que tal vez él pensara en suicidarse como un cobarde o para que se pusiera a llorar amargamente, esto era como para maldecir el destino y su propia vida. Dime tú, ¿qué harías si estuvieras en el lugar de él? ¿Cómo reaccionarías? ¿Cuánto dolor sentirías? ¿Cuánto llorarías? ¿A quién le echarías la culpa? ¿Que sentirías si de repente pierdes tus propiedades y tus hijos? O si no tienes hijos, ¿cómo te sentirías si al mismo tiempo mueren 10 de tus seres queridos? Seguramente harías lo que los seres humanos comunes hacen, porque somos seres emocionales con creencias erróneas sobre muchas cosas: llorar, quejarse, sufrir, deprimirse, echarle la culpa a quien puedas, pensar que tu vida ya no tiene sentido, etc. ¿Pero sabes cómo reaccionó este hombre exmillonario ahora ya sin hijos? Te diré qué hizo y qué dijo:

Él se levantó después de asimilar los sucesos, se postró en la tierra, adoró a Dios y dijo: “

Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Dios dio, y Dios quitó; sea el nombre de Dios bendito”

A lo mejor tu pensarás que este empresario estaba loco, ¿cómo puede ser posible que bendiga a Dios cuando le sucedieron estas desgracias? Normalmente, los seres humanos se quejan porque Dios permite estas cosas precisamente a ellos de entre tantos millones de personas que hay. Pero no es que esté loco, simplemente él no tenía la mente que tú tienes, él no era un llorón que se quejaba por las desgracias de la vida, él confiaba en Dios, él sabía que todo pasaba por algún motivo justificable ante la divinidad; simplemente y sencillamente él percibía las cosas diferentes a como tú las percibes, simplemente él sabía esta gran verdad: “nada de lo que tienes aquí es tuyo, te lo dieron, y así como te lo dieron te lo pueden quitar, y si un día te quitan algo que no es tuyo nada pierdes, por lo tanto no tienes por qué quejarte y ser un infeliz”.

¿Dónde está el secreto de el carácter de este hombre? El secreto está en su percepción, su percepción no era la percepción de los mortales comunes, y si él percibía las cosas diferentes era porque tenía creencias diferentes. Acuérdate de esta ley emocional: Sientes como percibes y percibes como crees.

¿Qué es lo que quiero enseñarte con todo esto? Que aprendas a enfrentar tus problemas con serenidad, tranquilidad y equlibrio emocional, y para ayudarte apréndete bien esto: “nada de lo que tienes aquí es tuyo, te lo dieron, y así como te lo dieron te lo pueden quitar, y si un día te quitan algo que no es tuyo nada pierdes, por lo tanto no tienes por qué quejarte y ser un infeliz”

Este exmillonario ya sin hijos del que te platiqué se llamaba Job, luego volvió a ser millonario, mucho más que antes y tuvo mejores hijos. Si quieres saber más de su vida abre un buscador en internet y escribe “la vida de Job”

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Marcos

Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir