Recuerdo que hace años a mi hermanita le hicieron una pregunta de esas confusas. Le preguntaron:
¿Qué pesa más, un kilogramo de algodón, o un kilogramo de hierro? Y ella feliz y “victoriosamente”, pensando que la respuesta era muy fácil, contestó: Pues un kilo de hierro, porque el hierro es más pesado que el algodón.
Ella estaba en un error, obvio, porque a pesar de que el hierro pese más que el algodón, en este caso los dos pesan 1 kilogramo. Al principio, por su pequeña edad le costó un poco de trabajo entenderlo. Se preguntaba, ¿cómo pueden pesar igual si el hierro es más pesado que el algodón? Pues simple y sencillamente ya están pesados los dos, pesan 1 kilogramo, 1,000 gramos.
Ésto que le sucedió a ella igual le sucede a los que no son niños, pero con otra pregunta. Por lo general tenemos conceptos equivocados relacionados a la felicidad. Tenemos nociones erróneas del “ser feliz”, así como mi hermanita tenía nociones erróneas del peso de materias diferentes. Ella piensa que un kilo de algodón pesa menos que un kilo de hierro, porque el hierro “pesa” más.
Ahora, yo te pregunto: ¿Quién es más feliz? ¿El que vive en un pueblo pequeño y tiene una bicicleta o el que vive en una ciudad superdesarrollada y tiene un auto BMW? A lo mejor tú dirás: “El que tiene un BMW porque cuesta más que la bicicleta” Si respondes eso estás cometiendo un error de pensamiento similar al que cometió mi hermanita. Ella pensaba que el kilo de hierro pesaba más que el del algodón porque el hierro es “más pesado (por su composición física)”, de la misma manera tú puedes pensar que el que tiene un BMW es más feliz que el que tiene una bicicleta, porque el BMW cuesta más, y no necesariamente es así. Te pondré la pregunta de otra manera. Supongamos que podemos medir la felicidad en grados de 1 a 10. Ahora yo te pregunto:
¿Quién es más feliz, uno que es feliz en 5 grados con su bicicleta o uno que es feliz en 5 grados con su BMW?
Ahora estoy seguro que responderás que ambos son igualmente felices, porque los dos lo son en 5 grados, de la misma manera que un kilo de algodón pesa lo mismo que un kilo de hierro porque ambos pesan lo mismo. ¿Comprendes? Aveces pensamos que las cosas tienen el poder intrínseco de causar felicidad, pero no es así, la felicidad se genera en nuestros cerebros por la percepción que tenemos de las vida.
Ahora te pregunto:
¿Quién es más feliz, un niño o un adulto? Lo más probable es que hayas respondido que un niño
¿Quién es más feliz, un rico, o un pobre? Seguramente piensas que un rico
¿Quién tiene más dinero, un niño o un adulto? Habrás respondido que un adulto
Entonces, un adulto es más rico que un niño, y si un rico es más feliz que un pobre, cómo entonces un niño es más feliz que un adulto? La respuesta es que no necesariamente un rico tiene que ser más feliz que un pobre. Recuerda, la felicidad no está en las cosas ni en las situaciones, si no en la percepción que tenemos de la realidad. Si un pobre es 8 grados feliz y un rico lo es 7 grados, entonces el pobre es más feliz que él.
Si un hombre es 8 grados feliz con su novia fea y otro hombre es 8 grados feliz con su novia hermosa, ambos son igualmente felices, no importa que la novia de uno sea más bella que la del otro.
Ya para terminar te pregunto: ¿Quién es más feliz? Uno que tiene una novia fea y mala o uno que tiene una novia bonita y buena? La respuesta es: El que está más enamorado, porque la felicidad no depende intrínsecamente de las cosas ni de las personas, si no de la percepción que tenemos de ellas.
Ahora, ¿quién es más feliz, uno que tiene una bicicleta o uno que tiene un automóvil BMW? La respuesta es: El que está más enamorado de su medio de transporte
Recuerda: “La felicidad se genera en nuestro cerebro por alteraciones bioquímicas, y estas alteraciones suceden según cómo percibamos la realidad, no según el poder intrínseco de las cosas o situaciones para generar felicidad”
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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