Padre nuestro que estás en los cielos
Bendice a mis enemigos si es que los tengo
porque hasta ahora, no conozco a ninguno
pero por si los tengo o los tendré, yo te pido:
Bendice a los que me echan “tierra” para “sepultarme”
porque gracias a ellos, el suelo donde piso sube
y por lo tanto, yo llego más alto
Bendice a los que me tiran “piedras”
porque yo las esquivo, me paro sobre ellas
y entonces subo más alto
Bendice al que me sigue tirando “tierra”
porque la toma de la que está bajo él
y de tanto tomar para tirármela
cava un hoyo donde pronto caerá
Bendícelo cuando luego me quiera escupir
porque tendrá que hacerlo para arriba
y la fuerza de gravedad
hará que le caiga en su propia cara
Bendice a los que me tiran ofensas
porque nada me hacen, es más
las colecciono, hago un escudo con ellas
y yo me hago cada vez más fuerte
Bendice a los que vienen contra mí
porque no saben que tú estás conmigo
que no tengo miedo
aunque esté en medio de un tiroteo
Hazles entender
que el vence a un enemigo es fuerte
pero el que logra convertir a un enemigo en su amigo
no sólo es más fuerte, si no que es más poderoso
porque la divisón crea debilidad
pero la unión hace la fuerza
Hazles entender
que todos ellos y yo
somos hermanos
Bendice a los que me critican
porque en el fondo saben, que soy mejor
y de alguna u otra manera
ellos siguen dando fama
Bendice a los que me admiran
porque son de buen corazón
Bendice a los que me maldicen
porque no saben lo que desean ni lo que dicen
Bendice a los que me envidian
porque me hacen dar cuenta, que tengo algo mejor que ellos
Bendice a los que me bendicen
porque ellos son sabios
Bendice a los ignorantes
porque necesitan ser iluminados por ti
Bendice a los que saben y entienden
porque ellos comprende más de ti
Bendice a los pobres, a los humildes y a los nobles
porque su corazón está más cerca de ti
Bendice a los ricos
porque de alguna manera, su dinero nos sirve
Bendice a los prepotentes y arrogantes
porque necesitan de tu misericordia
Bendice al que se comparan contigo, al que cree que todo lo puede
y que todo lo sabe, porque ellos, sin tu bendición son menos que nada
Bendice a los que se olvidan que tú das, y tú quitas
porque tarde a o temprano, caen en la desgracia
Bendice a los que no se acuerdan de ti
porque cuando la muerte se acerca, propia o de un ser cercano
entonces tiemblan como niñitos indefensos
Bendice a los que odian a su prójimo
porque necesitan tu amor sobre su odio
Bendice a los que aman a sus semejantes
porque comparten su amor como tú mandas
Bendice a las madres solteras
porque aún cuando son solteras
tú estás siempre con ellas
Bendice a las madres con pareja
porque antes de su pareja, necesitan de ti
Bendice a los esposos buenos
porque son la cabeza de la familia
pero tú eres cabeza de ellos
Bendice a los manipulados por la publicidad viciada
porque necesitan que les abras la mente
Bendice a los que disciernen lo malo
porque ellos ayudan a los “ciegos”
Bendice a los que no escuchan consejos
porque su camino es torcido y necesitan tu guía
Bendice a los que escuchan opiniones sabias
porque eso es un acto de sabiduría
Bendice a todos los que leen esto
a los que se acuerdan de ti y a los que no también
Bendíceme a mí, bendícelos a ellos, bendícenos a todos
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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