Preguntar cuántos sentimientos tenemos es como preguntar cuántos números conocemos. Realmente, en la numeración común conocemos 10 dígitos (0,1,2,3,4,5,6,7,8,9), pero sabemos que existe una infinidad de números formados por esos dígitos. Con esos 10 números podemos formar muchas combinaciones de números, de la misma manera, existen una cantidad de químicos, especialmente los neurotransmisores, con los que nuestro cerebro puede originar infinidad de sentimientos. Por ejemplo, dopamina, endorfina, serotonina, etc. Con esos químicos se pueden crear muchas combinaciones que dan origen a muchos sentimientos. Existen una cantidad incontable de sentimientos que no podremos experimentar en toda nuestra vida. Por ejemplo, estar en la punta del Everest hace que nuestro cerebro origine un sentimiento que seguramente nunca experimentaremos, al menos que nos paremos allá. Los que han estado en la cárcel han experimentado sentimientos que otros no, lo que se han sacado un premio en la lotería igual han experimentado otros sentimientos que no todos han experimentado.
Todos y en cada momento experimentamos sentimientos sin parar, uno tras otro sin descanso, sean negativos o positivos. Existe un punto neutro donde no experimentamos nada, pero prácticamente este punto es imposible en la realidad, porque siempre estamos rodeados de estímulos y recuerdos que generan inevitablemente, según nuestra percepción predefinida por genética y experiencias, alteraciones bioquímicas en nuestro cerebro desencadenando sentimientos o emociones (emoción le llaman al sentimiento rápido, pasajero e intenso, pero al fin y al cabo es un sentimiento)
Todo sentimiento tiene un fundamento bioquímico, sin química cerebral no existen sentimientos en este plano terrestre, porque, para que podamos sentir, tiene que ser así porque estamos en un plano físico, y el que une el plano físico con nuestro plano espiritual es el cerebro. Para que tengas una idea, la deficiencia de serotonina causa tristeza. Has de cuenta que podemos manipular tu serotonina como si fuera el volumen de un autoestéreo. Hagamos de cuenta que tu nivel es normal, y le vamos bajando poco a poco, conforme este suceda te irás sintiendo triste, y si le seguimos bajando caerás en depresión. Ahora, supongamos que hacemos lo mismo con tus endorfinas, si las vamos aumentando te sentirás feliz, y si le seguimos seguramente quedarás eufórico.
Pero, ¿qué o quién controla los niveles y combinaciones de este sistema químico? El cerebro, según todos los estímulos que reciba e interprete según tu percepción, predefinida por tu genética y experiencias (sobre todo creencias). Por ejemplo, si te dicen que acaba de fallecer un ser querido tuyo inmediatamente ese estímulo externo es interpretado por tu cerebro y él afecta la producción de químicos generándose diferentes combinaciones conforme pasan los minutos.
El cerebro recibe constantemente estímulos y recuerdos de tu mente y entonces constantemente genera infinidad de sentimientos.
Resumiendo, existe una infinita cantidad de estímulos y recuerdos diferentes (aunque muchos parecidos), y una cantidad de químicos neurotransmisores para que el cerebro haga combinaciones según la percepción de esos estímulos, luego entonces, existen muchísimos sentimientos, tal vez millones, de los cuales nunca podremos experimentar todos a lo largo de nuestra corta vida, de la misma manera que existe una cantidad infinita de números formados por las combinaciones de los 10 dígitos conocidos en el sistema numérico común.
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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