Capítulo I

Reacciona

Si estás leyendo esto existes, y si existes entonces vales. Vales, ¿lo entendiste? Extiende la idea en tus canales

Estás en un campo de batalla, en una guerra donde recibes y lanzas palabras, pensamientos, dardos y a veces callas. Muchos perros cuando caminas te ladran.

No seas indefenso, levanta la guardia, extiende el filtro. Porque tienes que filtrar lo que entra en la mente a litros para que no sufras ni te dañen gota a gota. No seas débil, no tengas mente de derrota.

La mentalidad débil, sumisa y de bajo valor te trastorna, te explota y te dejan mal sabor. No pienses como típico perdedor que se queja, no pienses negativamente, nada bueno deja.

Tienes que sembrar en tu cerebro, en tu repertorio, la idea de que vives como rey, aún si no tienes territorio. Y cuando levantes la barrera y pongas el filtro que en tu mente sólo pase lo positivo que lo negativo quede fuera sin acceso. A los pensamientos inútiles mándalos al cerezo

Cree que tienes el control de ti y piensa como si controlaras el mundo, porque si controlas tu propio mundo es como si controlaras el planeta aquí. Respira el olor del éxito, el poder de la victoria. Aspíralo como si olieras el aroma de las flores, de la gloria. Cómo si olieras la humedad de la lluvia en el verano, no como si estuvieras hundido en un pantano.

No tienes que tener dinero, ni belleza, ni mucha inteligencia. Ni esos bienes que te venden desde la agencia, porque el núcleo de tu poder, el centro de tu felicidad, la fortaleza fuera de tu debilidad, está en lo que crees sobre ti, en lo que crees sobre los demás y el mundo, no en lo que ganas, no en tu físico. No te amarres con un nudo.

Muchos años atrás no había computadoras, no había autos, secadoras, ni lavadoras. Y mucho tiempo más atrás, no existía el dinero y la gente era feliz: pescadores, agricultores y ganaderos.

No te subordines a lo material, porque si dices: cuando tenga dinero seré feliz. ¿Qué predices? Predices tu frustración si no lo obtienes, serás un infeliz frustrado que nada bueno tiene. Y si dices: cuando me case o divorcie seré feliz, cuando tenga mucho dinero seré feliz, cuando logre esto, aquello o aquél algo, simplemente te estás haciendo esclavo.

Lee bien, piensa, razona y reacciona. No te quedes clavado en tu mundo pesimista. Empieza a eliminar esos pensamientos que no funcionan, que te quede claro: tienes que ser..(Adquiere el libro para seguir leyendo)