Cuando se me empezó a mover el primer diente de leche, sentí miedo. Y cuando mis papás me dijeron que todos mis dientes tendrían que caerse para que salgan otros nuevos, me sentí en graves problemas, y pensé: “qué necesidad hay de que se me caigan los dientes para tener otros, mejor que se me queden los que tengo”. Y esto, para mí, en mi edad de niño, era un grave problema, porque me daba miedo, me preocupaba que se me moviera algún diente, me molestaba estar pendiente de a qué hora se caería, me preocupaba el dolor que me pudiera causar. Analizando mi pasado, puedo decir que cuando era niño tenía problemas que ahora no tengo, pero ahora tengo problemas que antes no tenía. Yo pensaba que cuando creciera, al desaparecer los problemas de ese entonces, la vida sería mejor, pero no imaginaba que vendrían otros. Sin embargo, he aprendido que la vida es como un videojuego, como una obra de teatro, o como un juego de ajedrez. Esto ha hecho que solucionar problemas sea más divertido.
La vida es como un videojuego
Cuando estaba en la escuela primaria, al salir de la escuela pasaba al local de una señora en donde había varias máquinas de videojuegos. Había una que era la que siempre agarraba para jugar, porque me gustaba mucho el videojuego que tenía. Era un carro que avanzaba en línea recta de izquierda a derecha, y en el camino se presentaban obstáculos y problemas por resolver para no morir. Mientras el carrito avanzaba, me topaba con una especie de montaña la cual tenía que saltar, porque si chocaba, pues moría. Parecía todo fácil, pero conforme avanzaba, las cosas se iban complicando. Luego, en vez de que apareciera una sola montaña, aparecían dos juntas, y saltarlas era algo más complicado. Después, aparecían unas naves que dejaban caer unas bombas, y tenía que cuidarme de que no me cayera ninguna. Pero, no era todo, si esas bombas caían adelante del camino, hacían huecos y tenía que saltarlos. A veces esos huecos quedaban cerca de una montaña y tenía que saltar ambos. Las cosas se complicaban más conforme avanzaba en el juego. Pero, a mí me gustaba jugarlo, me gustaba resolver esos problemas, me gustaba la dificultad del juego.
Ahora que la tecnología ha avanzado, han salido videojuegos mucho más complejos, con retos más difíciles y muchos problemas más que resolver. Si lo analizas bien, todos los videojuegos son difíciles, todos tienen problemas para resolver, todos tienen retos y dificultades, y precisamente, eso es lo que los hace divertidos. Imagínate jugar un videojuego donde no haya ningún problema, donde todo sea fácil, donde ganas sin dificultad, donde no hay obstáculos complejos por resolver, ¿crees que sería divertido? No, por eso es que no hay ninguno así. Todos, de cualquier tipo que sea, tienen problemas por resolver. Por lo general son problemas que se resuelven con habilidad mental, pero hay otros que se resuelven con habilidad física. He visto unos donde hay que tocar instrumentos musicales según como se va indicando en la pantalla, y hay otros que se juegan con los pies, como una especia de baile. Esto pone a prueba otro tipo de habilidad. Pero, como sea que sean, todos tienen retos y problemas para resolver, y lo hacen así, para que la gente los juegue, y la gente paga por resolver los problemas que se presentan en ellos, y pagan y lo juegan porque se les hace divertido resolver tales problemas.
La vida sin problemas sería aburrida
En la vida sucede algo similar. La vida no es algo simple, no todo es fácil, ni las cosas salen siempre de tal manera que ganemos, ganemos y ganemos sin ninguna dificultad. La vida es precisamente como un videojuego real, donde no solo se presentan problemas que se resuelven con una habilidad mental, sino que se presentan problemas que ponen a prueba diferentes habilidades nuestras. Yo creo que, así como en los videojuegos, precisamente esos problemas de la vida real son los que nos hacen la vida más divertida. ¿Cómo sería tu vida si solo tuvieras que comer, dormir y estar con los amigos, sin ningún reto que resolver, sin ningún problema qué enfrentar? Yo creo que vivir así sería muy aburrido, creo que nos aburriríamos tanto como los que están en la cárcel, que aun teniendo comida, techo, luz, agua, y donde no tienen que pagar con dinero nada de eso, se aburren. Por naturaleza no podemos estar quietos, porque nos aburrimos, estamos programados así para prosperar y avanzar. Tenemos que buscar siempre algo qué hacer, tenemos que tener problemas y situaciones por resolver.
Los problemas son parte del juego, parte de la diversión
Los problemas son algo que siempre está presente en nuestra vida, en todos los aspectos, en diferentes grados. Los problemas son parte del juego, los problemas son parte de la diversión. Desde que despiertas tienes problemas qué resolver. Por ejemplo, tienes que decidir qué ropa ponerte, qué comer; o si vas manejando y hay un bache en la carretera, tienes que esquivarlo. Todo está lleno de problemas, desde los más pequeños, hasta los más difíciles.
El principal problema es la actitud antes los problemas
Pero, el gran problema no son los problemas en sí, sino la actitud ante ellos. Mucha gente se queja de las cosas más mínimas. He visto personas conduciendo que se enojan mucho cuando hay tráfico, o cuando el de adelante va despacio. Eso es un problema, que para mí es insignificante, pero para otros es muy molestoso. Cuando en el video juego veía las naves que tiraban bombas, para mí no era molestoso, no me enojaba, no me deprimía, no me hacía sentir mal, al contrario, me emocionaba y me divertía. Tal vez tú digas que era divertido porque no eran bombas de verdad y porque mi vida no peligraba, como si fueran todo real. Estoy de acuerdo, pero imaginemos que fuera todo real. Si ves que una nave te lanza bombas mientras tú conduces tu auto, ¿qué es mejor? ¿Ponerte a llorar, nervioso y quejarte de ese problema para que tu misma preocupación te evite esquivar las bombas y entonces mueras, o es mejor tomarte eso como algo divertido y esquivar las bombas como un juego disfrutando de la adrenalina? Yo sé que no hay que tomarse todo como si nada tuviera importancia, pero hay que tener una buena actitud antes los problemas. De hecho, mientras mejor actitud tengas, más fácil será resolverlos.
Los problemas son retos divertidos
He aprendido que tomar los problemas como retos divertidos por resolver, nos hace la vida más feliz. He aprendido que hacer de cuenta que la vida es como un videojuego, nos hace sentir que los problemas son retos divertidos que tenemos que resolver, sin estarnos preocuparnos por ellos. Cuando yo iba caminando hacia las maquinitas, no estaba preocupando pensando que tenía que enfrentar esos molestos problemas, no estaba desesperado pensando que podía perder; no me preocupaba, simplemente iba, encendía la máquina, iniciaba el juego, y me divertía resolviéndolos. En la vida real he aprendido a hacer lo mismo. No hay necesidad de estarnos preocupando inútilmente por los problemas presentes o futuros, no tenemos por qué desesperarnos, ni tenemos que lamentarnos, porque sabemos perfectamente bien, que por más que una persona llore, se queje, se lamente y se preocupe, eso jamás resolverá el problema. Tú puedes sentarte y llorar 6 horas porque no tienes dinero, pero eso, jamás hará que te caiga del techo o del cielo dinero, al contrario, solo te perjudicará.
No existe el fracaso en la solución de problemas
Otra cosa muy importante que hay que tener en cuenta, es que en todo problema solo hay dos posibles resultados: o lo resuelves favorablemente, o no lo resuelves favorablemente. Por ejemplo, si estoy manejando y veo un bache, solo hay dos opciones, o lo esquivo, resolviéndolo favorablemente, o no lo esquivo y me meto en él. Pero, el hecho de que yo haya caído en él, por el motivo que sea, no quiere decir que he fracasado, simplemente tomo eso como un resultado y una experiencia de aprendizaje, que para la próxima me servirá para esquivarlo mejor. Cuando yo jugaba y me caían las bombas y moría en el videojuego, no sentía que fracasaba, simplemente sabía que eso me adiestraba más en el juego para que luego sea yo más hábil y no me vuelva a suceder.
Cuando tú tengas un problema, considera que lo resuelves exitosamente, o lo tomas como una experiencia de aprendizaje. Nunca hay que pensar que fracasamos si no lo resolvemos como queremos, simplemente hay que pensar que hemos aprendido algo nuevo que nos servirá cuando ese mismo problema, o uno similar, se vuelva a presentar.
Y ya para concluir, he llegado a las siguientes conclusiones que nos harán tomar los problemas con mejor actitud:
- La vida es como un videojuego, como una obra de teatro, o como un juego de ajedrez. Hay que disfrutarla con todos los problemas que trae, no tomar éstos muy enserio, al grado que tanta importancia nos haga preocuparnos tanto que nos perjudique en la solución
- Los problemas son un reto a nuestra inteligencia, y un reto a todas nuestras capacidades humanas. Demostremos nuestras capacidades y resolvámoslos mientras buscamos el lado divertido
- Cada problema es una oportunidad de demostrar tus capacidades, diviértete y muestra quién eres frente a ellos, sin considerar jamás al fracaso.
- Nunca hay que desperdiciar el tiempo preocupándonos inútilmente por los problemas, presentes o futuros, en vez de eso, hay que usar ese tiempo para resolverlos
- Jamás un problema se resolverá solamente con preocupación. Preocuparte demasiado, llorar, lamentarte y quejarte, jamás hará que un problema se resuelva solo y mágicamente
- Los problemas son parte de la diversión en la vida, tómalos como parte del juego, como parte de la diversión, como el complemento que le da emoción a la vida
- Nunca consideres al fracaso, elimina ese concepto. Solo hay dos opciones: o tienes éxito, o tienes una experiencia de aprendizaje que te adiestra más en la vida para solucionar mejor el siguiente problema igual o similar
- Una vida sin problemas, es como un videojuego sin retos, sería aburrida
- Los problemas son las oportunidades que tenemos de poner a prueba con emoción nuestras capacidades humanas
- Aprende muy bien cuáles fueron las causas del problema, y evitar que surja uno igual o similar
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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