Una ley predominante es que el ser humano actúa según lo que siente y no según lo que piensa, aunque no parezca así, y cuando actúa según lo que razona, es porque lo que razona está de acuerdo con lo que siente. En otras palabras, las emociones están sobre los razonamientos, sin embargo, lo que pensamos influyen en lo que sentimos, y lo que sentimos en lo que pensamos.

Las emociones son muy importantes

Esto es importante saberlo, porque quién entiende muy bien esto sabe que las emociones de las demás personas son muy importantes, así, en un negocio, por ejemplo, si logras generar emociones positivas en tu cliente cuando esté en tu negocio, lo harás un cliente frecuente y fiel. En la seducción sucede lo mismo, quién logra hacer sentir muy bien a su pareja logra mucho. Básicamente, el poder de la influencia está en generar emociones positivas en los demás. Partiendo de todo esto, yo digo que inteligencia emocional es comunicar las cosas sin decirlas, o también lograr que otros hagan lo que tú quieres siguiendo sus propias emociones.

La decisión del rey Salomón sacando a flote las emociones de las mujeres

Hay un ejemplo muy famoso, donde un rey antiguo de Israel, llamado Salomón, famoso por su sabiduría, utilizó muy bien su inteligencia y esta ley de las emociones, para resolver un caso complicado. Dos prostitutas fueron a él para que solucionara un problema legal. Las dos vivían en la misma casa y tenían un bebé cada una, pero el de una murió y quiso quedarse con el de la otra, o tal vez más que desear tener un hijo, deseó que la otra mujer también se queda sin el suyo. Este caso se desarrolló de la siguiente manera:

En aquel tiempo vinieron al rey dos mujeres rameras, y se presentaron delante de él.  Y dijo una de ellas: ¡Ah, señor mío! Yo y esta mujer morábamos en una misma casa, y yo di a luz estando con ella en la casa. Aconteció al tercer día después de dar yo a luz, que ésta dio a luz también, y morábamos nosotras juntas; ninguno de fuera estaba en casa, sino nosotras dos en la casa. Y una noche el hijo de esta mujer murió, porque ella se acostó sobre él. Y se levantó a medianoche y tomó a mi hijo de junto a mí, estando yo tu sierva durmiendo, y lo puso a su lado, y puso al lado mío su hijo muerto. Y cuando yo me levanté de madrugada para dar el pecho a mi hijo, he aquí que estaba muerto; pero lo observé por la mañana, y vi que no era mi hijo, el que yo había dado a luz. Entonces la otra mujer dijo: No; mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto. Y la otra volvió a decir: No; tu hijo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Así hablaban delante del rey.

Analiza muy bien este caso, había dos bebés y dos madres, un bebé estaba muerto y el otro vivo, y ambas mujeres decían ser la madre verdadera del hijo vivo. ¿Cómo podrías tú determinar quién era la madre verdadera del bebé vivo? Al bebé no podrías preguntarle quién es su madre, porque no hablaba, tampoco podrías llevar a cabo una prueba de ADN porque en esa época no existía, y tampoco podrías decidir tirando una moneda para que el azar te diga quién gana como madre verdadera. ¿Cómo resolverías este complicado caso? Era difícil saber quién era la madre verdadera, y la mejor manera, era tomando una acción que hiciera que las mujeres reaccionaran inmediatamente por sus emociones, así, esto revelarían quién era verdaderamente la madre, y quién era la mujer mala que quería robar al niño, o la mujer envidiosa por ver a su hijo muerto y al de la otra vivo. Aquí, el rey Salomón con su inteligencia hizo que las mujeres demostraran una reacción determinante según sus emociones, teniendo en cuenta que los seres humanos actúan primero según lo que siente y no según lo que piensan.

El rey entonces dijo: Esta dice: Mi hijo es el que vive, y tu hijo es el muerto; y la otra dice: No, mas el tuyo es el muerto, y mi hijo es el que vive. Y dijo el rey: Traedme una espada. Y trajeron al rey una espada. En seguida el rey dijo: Partid por medio al niño vivo, y dad la mitad a la una, y la otra mitad a la otra. Entonces la mujer de quien era el hijo vivo, habló al rey (porque sus entrañas se le conmovieron por su hijo), y dijo: ¡Ah, señor mío! dad a ésta el niño vivo, y no lo matéis. Mas la otra dijo: Ni a mí ni a ti; partidlo. Entonces el rey respondió y dijo: Dad a aquélla el hijo vivo, y no lo matéis; ella es su madre. Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar. (1ª de Reyes 3:16-18)

Las emociones delatan a las personas

Esta fue la manera más rápida e inteligente de resolver el caso, haciendo reaccionar inmediatamente a las mujeres por sus emociones. ¿Tú crees que el rey iba a cortar al bebé para dividirlo? Por supuesto que no, él sólo hizo esto para que las mujeres sacaran a flote sus sentimientos verdaderos, los cuales son sobre sus razonamientos y falsas emociones, para entonces descubrir quién era la madre verdadera y quién era la mujer mala. Aquí, esta prueba reveló básicamente tres cosas:

• Demostró quién era la madre verdadera, quién fue la que no quiso que dividieran al bebé, porque esto le dolería en verdad al ser la madre verdadera

• Demostró que el amor de una madre está sobre el propio bien, pues ella prefirió el bien del bebé sobre el de ella, o sea, prefirió que el bebé siga vivo, aun en manos de la envidiosa y a pesar de que ella sufriría sin su hijo

• Reveló la envidia y la maldad de la otra mujer, pues ésta, más que su propio bien deseaba el mal de la otra, por eso fue que dijo que sí partieran al bebé y lo dividieran. A ella no le importó la posible muerte del infante porque no era de ella, y quiso que igual la otra mujer sufriera, por eso quiso que mataran al bebé

Aquí, las mujeres no tuvieron tiempo de pensar ni de fingir nada, reaccionaron rápidamente por sus verdaderas emociones, lo que reveló quién era la verdadera madre.

Si generas emociones positivas en los demás, entonces influyes

Nuevamente afirmo, que las emociones son demasiado importantes en todos los aspectos, quien domina sus propias emociones y la de los demás, tiene un alto poder de influencia. Si estás ante una persona enojada y aplicas este principio, podrías ser capaz de apaciguar su ira a tu favor. El punto clave está en las emociones. Las grandes empresas lo saben, por eso es que su publicidad está enfocada en generar emociones positivas, en generar experiencias agradables, todo esto se queda asociado a la marca y se generan consumidores fieles y frecuentes.

Si quieres ser influyente tienes que entender muy bien que todos actúan según las emociones, y si quieres que alguien haga determinada cosa, tienes que lograr que esa persona tenga sentimientos o emociones que lo lleven por su propia voluntad a hacer lo que deseas. Así, una marca no viene y te presiona a comprar, ni te obliga, simplemente hace que te sientas bien con ella, y tú por voluntad propia prefieres luego esa marca.

La inteligencia emocional y las emociones

Un hombre no puede obligar a una mujer para que esté con él, pero sí puede hacer que ella se sienta bien a su lado y entonces ella por propia voluntad decida estar con él.

Una buena negociación en la vida, ante cualquier situación y persona, se lograr haciendo que la otra persona salga beneficiada obteniendo buenas y positivas emociones. El mejor negocio es donde ambas partes ganan. Y ya para terminar, repito de nuevo lo siguiente:

Inteligencia emocional comunicar las cosas sin decirlas. O sea, no tanto manejando razonamientos, si no manejando emociones. Esto aplica muy bien en la seducción del sexo opuesto y en los negocios

Inteligencia emocional es lograr que una persona haga lo que deseas siguiendo sus propias emociones, de tal manera que ella sea feliz haciendo lo que tú quieres. 

Marcos

Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir