“El ser humano actúa por lo que siente y no por lo que razona, y cuando actúa según lo que razona, es porque coincide con lo que siente”
Cuando nacemos y somos bebés, no tenemos capacidad de razonar, pero sí de sentir; entonces actuamos por lo que sentimos, y sigue siendo así todo el resto de nuestras vidas.
Aunque muchas veces parece que hacemos las cosas por lo que razonamos o pensamos, la realidad es que lo hacemos por lo que sentimos. Las emociones siempre serán más poderosas que lo que razonamos, sobre todo cuando se trata de sobrevivir.
Así como los bebés y personas que tienen problemas para razonar buscarán la manera de tener comida cuando sientan hambre, así muchos hacen cosas contrarias a lo que razonan simple y sencillamente porque se guían por lo que sienten. Por ejemplo, muchos se enamoran de la persona incorrecta, pero aún cuando razonan que no deberían estar con ella, no la dejan porque lo que sienten es muy fuerte.
De la misma manera, quien se enamora de alguien que sí le conviene, sigue actuando por lo que siente, sólo que en este caso lo que siente está de acuerdo con lo que razona.
Por eso a veces hacemos cosas que no queremos hacer, y no hacemos lo que sí queremos hacer.
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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