“Los padres estarán en los primeros años de los hijos, y aunque ellos no lo recuerden todo, deben estar siempre en los últimos años de sus padres”
Nadie decide nacer, ni escoge a sus padres, ni a sus hijos. Todo pasa siguiendo una secuencia, y al principio, cuando nacemos, somos totalmente dependientes. No podríamos sobrevivir sin nuestros padres. Así entonces, los padres tienen que estar en los primeros años de los hijos cuando ellos son indefensos e incapaces.
Pero la vida avanza, los años pasan, los hijos crecen, se desarrollan y cada vez dependen menos de sus padres. Al principio, la memoria no es muy buena, por lo que los hijos no recuerdan el tiempo en que los padres más los ayudaron. No recuerdan la etapa en que los padres se esforzaron más, pero saben que así fue.
Por otra parte, los padres van envejeciendo y la vida se va revirtiendo. La vejez trae debilitamiento, incapacidad, pérdida de habilidades y dependencia. Es allá, en los últimos años de los padres, que los hijos deben corresponder el amor y la ayuda que recibieron. Por eso, los hijos prácticamente están obligados a estar con sus padres en sus últimos años.
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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