Un día platicaba con una amiga que trabaja en una zapatería, en la que estaba casi todo el día y ganaba poco. Temprano se iba a trabajar, llegaba a su casa, se bañaba, cenaba y se acostaba a dormir. Esa era su rutina de casi toda la semana. Realmente vivía para su patrón, pues por lo que yo veía, no disfrutaba su vida. En una ocasión salimos a tomar unos helados y le pregunté si no le gustaría tener un negocio propio en vez de estar allá como empleada donde le pagan poco. Le dije que con un negocio se gana más trabajando menos. Ella me respondió que no, que estaba bien en su empleo.

Me sorprendió un poco y le pregunté: ¿no te gustaría tener un negocio donde ganes el triple de lo que ganas ahora?. Me respondió diciéndome que no le gustan los negocios, prefiere los empleos, porque allá le dan seguro social (sistema de salud social). Sinceramente sentí graciosa su respuesta, porque se me hizo una respuesta no analizada. Le dije, si tuvieras un negocio que te dejara un buen dinero, ¿para qué vas a necesitar seguro social? Si con lo que te deje el negocio, hasta podrías comprar un seguro de gastos médicos mejor que el que tienes. Se quedó pensativa, como no entendiendo bien lo que le dije.

La mentalidad del empleado surge en la casa y en la escuela

El caso de mi amiga es muy común. Pero la pregunta es, ¿dónde aprenden a tener esa mentalidad de ser empleados toda la vida pensando que con el seguro social ya lo tienen todo? No pretendo hablar mal de los empleados, ni de los empleos. Por supuesto que no, no me vayan a malinterpretar. No hay nada de malo, sino que me pregunto: ¿por qué la gente no aspira a un negocio para después dejar de depender de un empleo?

Hay muchísimas causas, por supuesto, como no tener dinero, no tener experiencia, no tener idea de qué vender, etc.  Pero creo que la principal causa es la mentalidad que han formado en nosotros, tanto en la casa, como en la escuela. Porque, ¿qué le dicen los papás a sus hijos? ¿A caso les dicen: estudia mucho para que tengas una buena empresa? No, sino que les dicen: estudia mucho para que tengas un buen empleo. Una vez leí un acróstico de Empleo y decía lo siguiente:

Estudiar Mucho Para Luego Enriquece a Otro

¿A qué vamos a la escuela?

Y es muy cierto. Realmente vamos a la escuela a estudiar para ser unos excelentes profesionales y luego entrar a una gran empresa y trabajar para producir dinero cuya mayor parte, ¿quién crees que se lo lleva? ¿Los que trabajaron más? ¿Los que hicieron horas extras? ¿El empleado del mes? Por supuesto que no, se lo llevan los accionistas o el dueño. Pero, repito, gran parte de eso se debe a la mentalidad que tenemos, pues vamos a la escuela pensando en obtener un título profesional para luego encontrar un buen empleo. ¿O a caso vamos pensando estudiar para luego poner una empresa?

El pensamiento común de los estudiantes

Veamos unos ejemplos de lo que muchos piensan:

• El que estudia medicina piensa titularse para luego entrar a trabajar en una clínica prestigiosa, en vez de pensar estudiar para poner su propia clínica

• El que estudia psicología, piensa titularse para encontrar un buen puesto en recursos humanos o en una clínica en vez de pensar en terminar de estudiar para ser un excelente y reconocido psicólogo en su propio consultorio

• El que estudia administración de empresas, piensa titularse para ser el administrador de una gran empresa, en vez de pensar terminar de estudiar para poner su propia empresa

Claro, no todos piensa así, pero sí la mayoría. Eso es el resultado de la mentalidad que se nos implanta. Por ejemplo, yo escuchaba decir a los profesores: “en la vida real, cuando estén trabajando, no pueden cometer este error“. Nunca escuché decir: “en la vida real, cuando tengan su propio negocio, no pueden cometer este error“.

Ser empleado no es malo

Ahora, ¿es malo ser empleado? Por supuesto que no, de hecho, es necesario que haya empleados, porque si todos fuéramos empresarios, ¿a quiénes contrataríamos? ¿Es malo estudiar y titularse? Por supuesto que no. Pero es mucho mejor formarnos en una universidad, no para encontrar empleo, sino para generar empleos. Para poner nuestros propios negocio. Claro que no es tan fácil. Muchos empleados reciben su finiquito y lo pierden todo al poner un negocio que luego no funciona.

A lo que voy, es que hay que tener una mentalidad que vaya más allá, que no quedarnos estancados. Pensar que seremos empleados para juntar el capital y poner luego un negocio, pensar en desarrollar habilidades de empresarios, no solo de empleados. Y no decirles a nuestros hijos que estudien para que sean alguien en la vida y encuentren un buen empleo.

Porque, primero, no sólo los que estudian son alguien en la vida; y segundo, es mejor mentalizarlos para que pongan un negocio en vez de que encuentren un empleo. Claro, no todo se puede en la vida, pero una cosa es mejor que otra, y si se puede escalar, adelante. ¿Qué opinas de todo esto? Puedes dejar tu comentario aquí abajo

Marcos

Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir