“Insultarme para dañarme, es como querer romperle los cristales a un automóvil con insultos”
Una piedra lanzada a una persona o lanzada a los cristales de un automóvil, tiene el poder real de dañar, tanto al cuerpo como al coche. Pero, los insultos no tienen ningún poder, ni capacidad para causar un daño a nivel físico, ni a nivel emocional, al menos, que en este último caso, se crea lo que dice el insulto.
Siendo así, ningún usulto hace daño por sí mismo. Las piedras y las balas en tu contra, quieras o no quieras, de dañarán; pero los insultos, siendo solamente palabras, sólo te dañarán si tú les das ese poder creyéndolos, aceptándolos y haciéndolos realidad en tu cerebro.
Entonces, una persona puede pararse frente a un automóvil e insultarlo para romperle los cristales y no pasará nada; una persona puede pararse frente a ti e insultarte en otro idioma y no pasará nada, porque no lo entenderás.
Que así sea cuando te insulten en tu idioma. Recuerda que los insultos no tienen ningún poder real y eres tú quien se los da creyéndolos como verdaderos. Ignóralos y ríete viendo como intentan inútilmente dañarte
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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