Este artículo no tiene como objetivo demostrar racionalmente la existencia de Dios, y mucho menos su inexistencia, sino que tiene como objetivo impulsar el respeto de las creencias de cada quien. Yo tengo amigos creyentes, y amigos ateos, y con ambos puedo platicar temas interesantes, sin criticarnos nuestras creencias, porque entendemos que se debe respetar lo que cada quien piensa y cree.

Fé y Razón

Casi siempre los ateos les piden a los creyentes que demuestren por la vía racional la existencia de Dios, y eso es prácticamente imposible. Digo que es prácticamente imposible porque el creyente no usa la razón como medio principal para creer en Dios, sino la fe, y por lo tanto, es difícil llegar a un acuerdo cuando enfrentamos estas dos cosas. No se puede dar una respuesta a una pregunta racional utilizando solamente la fe. Esto es como que yo te quiera enseñar matemáticas utilizando sólo las letras, o como que te quiera enseñar ortografía y gramática utilizando solamente números. Y hablando de fe, todos la utilizamos a lo largo de toda nuestra vida, independientemente de las religiones. Por ejemplo, yo creo por fe que Cristóbal Colón descubrió América, y digo que lo creo por fe porque cuando él llegó yo no estaba presente, es más, ni había nacido. Lo creo por fe porque no pude comprobarlo por mí mismo, por lo tanto, tengo fe en lo que me enseñaron en la escuela, tengo fe en los libros de historia, tengo fe en mis profesores. Yo creo que existe Júpiter porque tengo fe en los científicos y en la ciencia, porque yo no he viajado nunca a ese planeta, ni lo he visto de cerca, ni si quiera por el telescopio. Alguien me lo puede mostrar desde la tierra pero no podría yo comprobar que sea realmente él. Y así, también creo que la tierra gira en forma de elipse alrededor del sol, por la misma fe que le tengo a los científicos y a la ciencia, y porque por mí mismo nunca lo he comprobado. Creo que mañana amanecerá y lo creo por fe, porque no puedo demostrar que eso sea verdad, y de hoy a mañana pudieran suceder muchas cosas.

Ni el creyente ni el ateo pueden demostrar sus creencias

También es imposible que un ateo demuestre por la vía racional o científica que Dios es inexistente, por lo tanto, tanto el creyente como el ateo no pueden demostrar racionalmente la veracidad de sus creencias, de tal manera, que al fin y al cabo, ambos utilizan la fe. Si el creyente afirma que Dios existe, podríamos pedirle que lo demuestre, y si el ateo afirma que Dios es inexistente, también podríamos pedirle que lo demuestre, pero ni uno ni otro pueden hacerlo. Te explicaré por qué.

Imaginemos que yo tengo una caja de cartón cerrada y te digo que adentro hay un huevo. Después de mi afirmación, sólo existen tres opciones para a ti:

1.- Crees que dentro de la caja está el huevo

2.- Crees que dentro de la caja no está el huevo

3.- Ni uno ni otro, simplemente lo dudas

Si tú crees que el huevo está dentro de la caja, suponiendo que así sea, podrías demostrar que es cierta tu creencia, solamente tendrías que abrir la caja y mostrarnos el huevo. Si tú crees que dentro de la caja no está el huevo, suponiendo que así sea, también podrías demostrarlo, simplemente abres la caja y muestras que está vacía, y que por lo tanto, el huevo no está allá. Pero si tú lo dudas, no tendrás que demostrar nada, porque no afirmarías que está el huevo, ni tampoco que no está. Pero, ¿qué pasaría si tú no tuvieras acceso a la caja? Pues, tanto si crees que adentro está el huevo, como si crees que no está, no podrías demostrarlo, porque no podrías abrir la caja. Así que, el que cree que el huevo está adentro, podría estar en lo cierto, pero también podría estar en lo cierto el que cree que no hay un huevo adentro. Nunca sabríamos quién tiene la razón porque nadie podría abrir la caja para demostrar lo que cree, así que, en este caso, lo más inteligente sería dudarlo, ya que no puedes comprobar que el huevo está allí, pero tampoco que no está.

Ningún ser humano tiene la capacidad de demostrar la inexistencia de Dios

Algo similar sucede con Dios, los creyentes y los ateos. Para que un creyente pudiera demostrar racional o sensorialmente, sin utilizar la fe, que Dios existe, tendría que agarrar el universo entero, revisarlo, y ubicar a Dios para mostrarnos dónde está, de la misma manera, si un ateo quisiera demostrar racional o sensorialmente que Dios no existe, tendría que agarra el universo, revisarlo y demostrarnos que Dios no está en ninguna, y esto es imposible para cualquier ser humano, por lo tanto, sin fe, es imposible demostrar sensorialmente que Dios sí existe, o que Dios no existe. Por eso, en todo caso, lo más inteligente sería dudarlo. Entonces, mientras el creyente no pueda demostrar que Dios existe en alguna parte del universo, hay la posibilidad de que no exista, de la misma manera, mientras el ateo no pueda demostrar que Dios no está en ninguna parte del universo, existe la posibilidad de que pueda existir en algún lugar. Nuevamente, racionalmente, por la vía científica y de manera sensorial, tanto para el creyente como para el ateo, es imposible demostrar su creencia, así que, el que afirma que Dios existe, lo hace por fe, y el que afirma que no existe, también lo hace por fe, al fin y al cabo, tanta fe tiene en su creencia el creyente, como el ateo.

Respeto para todos y para sus creencias

Pero, lo que realmente quería, era hacerles entender a todos que hay que respetar las creencias de los demás, tanto si se pueden demostrar o no, porque cada quién tiene derecho a creer en lo que quiera creer, o dudar de lo que quiera dudar. Así que, el creyente no debe burlarse ni criticar a los ateos, ni a los que dudan, ni el ateo debe burlarse ni criticar a los creyentes o a los que dudan, ni el que duda debe hacerlo con los otros. Debe haber respeto para todos, cada persona es libre de creer en lo quiera creer, sea cierto o falso, y hay que respetar las creencias de cada quién.

Además, debido a que fe y razón no llegarán a un acuerdo satisfactorio, los ateos y creyentes tampoco llegarán a un a cuerdo satisfactorio, pero sí pueden entender que para ambos no se demostrar sus creencias de existencia o inexistencia de Dios, sin usar la fe y netamente por la vía científica, racional o sensorial, porque ya vimos que es imposible.

Nuevamente digo, que todos tenemos que tener un respeto por las creencias de los demás, porque cada quién tiene derecho de creer en lo que quiera creer, de tener fe en lo que quiera tener fe.

Yo creo en Dios por fe y porque lo siento, más no puedo demostrarlo

Yo, personalmente creo que existe Dios. Creo muy personalmente, y aclaro, sin poderlo demostrar racional, científica o sensorialmente, que existe una mente superior, una mente maestra, un diseñador, Dios. Yo no tengo que demostrar esto a nadie, ni pedir a cualquiera que no lo crea que me demuestre que Dios no existe, porque además de que para ambos es imposible demostrar lo que creemos, entiendo que debo respetar las creencias de los demás, como ellos deben respetar las mías. Y yo, en este momento, acepto que no puedo demostrar racional, científica o sensorialmente que el Dios en el que creo existe, porque lo creo por dos cosas: por fe, y porque lo siento. Y digo porque lo siento, porque siento a Dios en mi vida de la misma manera que siento que me duele la muela, cuando me duele, porque siento el dolor. Yo creo que existe Dios, y porque yo lo creo, no tiene que ser necesariamente así; no puedo demostrarlo racionalmente, de la misma manera que nadie puede demostrar racionalmente que es inexistente, porque al menos, tendría que demostrarme que Dios no se encuentra en ninguna parte del universo, y eso, para todo ser humano es imposible, de la misma manera que es imposible para un ser humano demostrar sensorialmente dónde está Dios ubicado en el universo.

Y ya para finalizar, recomiendo, respeto para todos, respeto para todas las creencias, es mejor mantener la paz, que la guerra de creencias.

Marcos

Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir