¿Alguna vez te has dado cuenta que al escuchar música triste sientes un extraño placer? A los seres humanos no nos gusta estar tristes, sin embargo, parece como si la tristeza a veces guardara en lo más profundo de su esencia un extraño placer. ¿Alguna vez has sentido eso? Son muchas personas que escuchan canciones tristes, independientemente de si les recuerda algo o alguien, y que dicen sentir un gusto por esas canciones que a la vez que las escuchan las pone melancólicas o tristes. Podríamos decir que la tristeza es una emoción o un sentimiento desagradable, por lo tanto, no nos gusta estar tristes. Pero, si la música triste nos genera tristeza, y si no nos gusta estar triste, ¿por qué entonces las escuchamos?
¿Existe una explicación racional?
¿Existe una explicación razonable del por qué el ser humano escuche ese tipo de música? ¿Por qué los artistas componen canciones tristes? Esto es como una especie de masoquismo emocional en el cual muchas personas están atrapadas.
Sobre la música
También podríamos hacernos otra pregunta: ¿Cuándo escuchamos canciones tristes, estamos buscando ponernos tristes, o hay algo que buscamos a costo de la tristeza inevitable? Para tratar de explicar esto hay que considerar algunas cosas:
1.- La música posee la capacidad por sí misma de generar emociones en nosotros, independientemente de si tiene letra o no, e independientemente de si nos recuerdo algo o a alguien. La música es como una droga que llega a nuestro sistema límbico sin pedir permiso al raciocinio
2.- Hay personas más predispuestas a escuchar música triste, o en otras palabras, hay personas que encuentran más placer escuchándola, que otras
3.- Hay personas que pueden aburrirse escuchando canciones tristes, o que sienten que les da sueño
4.- Se supone que la música, a diferencia del ruido, nos genera placer, independientemente del tipo de emociones que nos haga sentir
5.- La música tiene la capacidad de extraer de nuestra memoria recuerdos y hacer que casi los volvamos a vivir, es como un extractor de recuerdos
6.- Cuando la música está anclada a situaciones, cosas o personas, su poder emocional es amplificado.
La teoría más acertada
Pero, después de todo, volvemos a la misma pregunta, ¿cómo puede un ser humano sentir gusto por la música triste, cuando le hace sentir triste y cuando la tristeza es algo no deseada? Después de haber investigado, desde mi punto de vista, la teoría que explica de manera más racional este fenómeno, es la de un profesor llamado David Huron, el cual según sus investigaciones, dice que la hormona prolactina es la responsable de sentir ese extraño placer oculto en la tristeza, y ese mismo placer es el que nos hace escuchar canciones tristes. Pero, ¿qué es la prolactina? En pocas palabras, esta hormona se produce cuando estamos tristes, y nos da la sensación de consuelo, o sea, que es algo así como un pequeño antídoto que viene incluido en la tristeza.
La prolactina y la tristeza
Para que lo comprendas mejor, te pondré una analogía. Cuando yo era niño y me enfermaba, me gustaba que mi mamá me consintiera y me cuidara en exceso, que preparara la comida que me gustaba, que estuviera más tiempo conmigo, etc. Eso me gustaba mucho, por lo tanto, yo encontraba un “extraño y oculto” placer en mi enfermedad, que era el hecho de que mi mamá me consintiera y me cuidara más. O sea, que la enfermedad me traía algo bueno, y obviamente, no me gustaba estar enfermo, pero sí que mi mamá me cuidara y me consintiera. Pero, no podía enfermarme al propósito para obtener los cuidados de mi mamá, porque era más costo que beneficio. Sin embargo, sí podía fingir estar enfermo para que mi mamá me consintiera y me cuidara más. O sea, que al enfermarme yo obtenía un beneficio que no tenía estando sano: mejores cuidados y apapachos de mi mamá. Algo similar sucede con la tristeza y la prolactina. Es como si la tristeza fuera la enfermedad, y la prolactina los apapachos y cuidados de mi mamá. Cuando estamos tristes producimos prolactina y entonces tenemos, además de la tristeza, esa sensación de consuelo, por un lado sentimos la desagradable tristeza, pero por otro el agradable consuelo. Es por eso que dentro la tristeza parece haber un misterioso placer oculto, porque al estar tristes producimos prolactina y sentimos consuelo.
La prolactina y la música triste
Después de haber explicado lo anterior, ahora ya parece tener sentido el gusto por la música triste. Lo que sucede es que cuando escuchamos esas canciones deprimentes nuestro cerebro produce prolactina y además de la tristeza que nos hace sentir la canción, sin haber un hecho real causante de esa tristeza, también sentimos esa sensación de consuelo por la prolactina. Y lo más interesante, es que cuando la canción termine y nuestra tristeza parezca llegar a su fin, la prolactina ya estará producida y su efecto tendrá más permanencia. O sea, cuando escuchamos música triste es como que engañemos a nuestro cerebro para que produzca tristeza, y digo engañemos, porque no hay una causa real de tristeza, y lo engañamos para que produzca prolactina y disfrutemos esa sensación de consuelo. Es como que yo engañara a mi mamá fingiendo estar enfermo para obtener sus apapachos y cuidados adicionales.
Pero, esto no es igual a todas las personas, hay quienes producen más prolactina que otros y hay quienes a penas la producen en los momentos tristes, por lo tanto, no todos los que escuchan canciones tristes siente ese efecto placentero de la prolactina, y como consecuencia a todos les gusta escuchar esas canciones deprimentes que generan tristeza. En otras palabras, las personas que producen más prolactina son las que más gusto tienen por las canciones triste, o son las personas que más les “gusta” estar triste. También podríamos decir que hay personas “adictas” a ese efecto de la prolactina y por eso escuchan constantemente canciones tristes.
Es mejor producir dopamina que prolactina
A mí, en lo personal, no me gusta la música triste, porque me pone triste y porque posiblemente yo no produzca mucha prolactina, pues no siento ese “placer oculto” engañando a mi cerebro para sentir tristeza. Yo creo, que en vez de engañar a nuestro cerebro para que produzca prolactina, mejor escuchamos música alegre para que produzca dopamina.
¿Y tú qué opinas?
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
Interesantisimo…
Gracias Patrizia!
Hola Marcos,
Nuevamente, una gran explicación de tu parte que uno difícilmente encuentra en otros lugares.
Muy interesante eso de la prolactina y definitivamente deberíamos optar por actividades que produzcan dopamina.
Escuchar canciones tristes para producir prolactina es como hacer drogas para tratar de sentirse mejor.
¡Saludos!
Hola Marcos,
Nuevamente, una gran explicación de tu parte que uno difícilmente encuentra en otros lugares.
Muy interesante eso de la prolactina y definitivamente deberíamos optar por actividades que produzcan dopamina.
Escuchar canciones tristes para producir prolactina es como hacer drogas para tratar de sentirse mejor.
¡Saludos!
Gracias por tu comentario Ari