“Muchos sufren más cuando han perdido a un ser querido, de lo que disfrutan cuando un ser les ha nacido. Otros lloran cuando su equipo de fútbol ha perdido”
El inicio y el final de la vida es el nacimiento y la muerte respectivamente. No sólo de la nuestra, sino también de la de nuestros seres queridos. Cuando nacemos no estamos conscientes de que ya nacimos, ni cuando ya estamos muertos, pero a veces se puede saber que ya estamos por morir o cuándo morirá algún ser querido.
La realidad, es que suele sufrirse más por la partida de alguien, que por el nacimiento de otro más, debido a que cuando sufrimos por el que fallece, es porque hemos convivido por un buen tiempo con él. Cuando alguien nace, no sentimos mucha felicidad, pues ni lo conocemos aún, excepto, cuando es un hijo nuestro, al cual amamos sin conocerlo.
Así entonces, la vida presenta estas dos etapas de cualquier ser vivo, y nos hace llorar cuando un ser querido parte. Sin embargo, otros muchos lloran y se lamenten por cosas insignificantes, por problemas pequeños, por cosas que no valen la pena. Cuando lo que debemos hacer, es disfrutar la vida al máximo y dejar de llorar y lamentarnos por cosas que no lo merecen.
Soy un emprendedor, escritor, amante de los negocios y el desarrollo personal. Me gusta escribir, ya sea poesía, novelas o sobre ciencia. También me gustan los números. En la escuela amé las matemáticas. Me gusta tener amigos y ser sociable, considero que cada persona es un mundo lleno de cosas y maravillas por descubrir
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